Doctor, ¿qué me pasa?

Estimadas familias:

Hoy quiero informaros sobre el estado de salud del paciente Quinto de Primaria, que como familiares sabéis se trata de un alumno con un dilatado y problemático historial en el centro.

En mi opinión se trata de un paciente que presenta los mismos síntomas  que otros pacientes que he tenido a lo largo de mi carrera como doctor de la enseñanza (Cuarto de Primaria A, Tercero de Primaria B, Sexto de Primaria...) así como los mismos que presentan otros grupos del mismo centro (síntomas como dos alumnos que discuten por un juego, algún alumno que no cumple las normas, un cuaderno que se pierde, un codo que se mete en la mesa del compañero...). La diferencia entre el paciente Quinto de Primaria y el resto no está en los síntomas sino en el tratamiento que se aplica a dichos síntomas

A continuación enumeraré los síntomas que he detectado tras varias semanas de observación y el tratamiento aconsejable.

SÍNTOMAS:

1. Relaciones enquistadas. El paciente Quinto de Primaria cuando sufre alguna enfermedad (tiene un problema con un compañero) no lo olvida, aunque se trate en clase, se le ponga solución y le pidan perdón. Sigue arrastrando el problema aunque ya no lo tenga. Este síntoma condiciona la realización de las actividades en grupo e influye enormemente ante el más mínimo roce que se produzca en clase o en el patio. También algunos comentarios familiares contribuyen a que este síntoma se acentúe.

2. Paja en el ojo ajeno. El paciente tiende a ver los problemas que tienen el resto, sin fijarse en los suyos propios. Ante un problema ven la paja que tiene el compañero en el ojo, pero no ven la que tienen ellos aunque tengan un camión. En cursos anteriores se achacaban los problemas que surgían a alumnos que ya no están en el grupo pero siguen produciéndose, algo tendré que ver yo, no puede ser siempre el otro. Este síntoma está tan acentuado que se conforman con un pinchazo (una copia, un recreo sin jugar, una nota...) si el otro también la recibe, o simplemente se alegran de que otro compañero lo reciba.

3. Excesiva demanda de atención. En algunas ocasiones el paciente o familiares buscan ayuda en los doctores de la enseñanza para resolver un problema habitual en un centro escolar. En clase se atiende y trata el problema, pero si la solución no les es favorable vuelven con el mismo problema a casa y se produce un efecto boomerang que hace que al día siguiente vuelva otra vez al centro.

4. Síndrome del escarabajo pelotero. El paciente tiende a hacer de un pequeño grano de arena una montaña, dando importancia a cosas que en otros pacientes del centro se solucíonan con una pastilla de perdona, de lo siento, un jarabe de diálogo, o una cápsula de ha sido sin querer. El paciente Quinto de Primaria no utiliza estas pastillas sino que recurre a los síntomas anteriores para hacer la pelota más grande.

TRATAMIENTO.

• El paciente tiene que aprender a olvidar, perdonar y trabajar en grupo. No es necesario que todos sean amigos, pero si compañeros. También debemos evitar comentarios hacia los compañeros de nuestros hijos en su presencia, aunque sean ciertos (para eso están las tutorías).
• El paciente tiene que aprender a centrarse en uno mismo, sin preocuparse por los asuntos del vecino de pupitre.
• Debemos dar la atención necesaria, pero no más para no reforzar el comportamiento negativo. Le están dando demasiada importancia a cosas que no la tienen (discusión en un juego, pérdida de un cuaderno...) y con ello no les defendemos sino que les hacemos más dependientes. En dos años estarán en el instituto y no me imagino que tengáis que ir cada día a solucionarles problemas de este tipo. Tienen que aprender a gestionarlos ellos.

Espero que el tratamiento por el bien de todos, alumnos en primer lugar, familias que también necesitan mayor tranquilidad, profesores que necesitan dar sus clases y muy especialmente por el bien de aquellos alumnos que no presentan estos síntomas y quieren, necesitan y merecen recibir la enseñanza que les corresponde, sea efectivo y los síntomas desaparezcan.

Reciban un cordial saludo de su doctor de la enseñanza.

Rafa.