Tras los primero días de toma de contacto, es el momento de empezar a trabajar duro. Para ello es fundamental crear una serie de rutinas y hábitos desde el principio de curso, que posteriormente nos ayudarán a lo largo del mismo. Os dejo un artículo de Julia Silva García (psicóloga) sobre lo que podemos y no debemos hacer.
LO QUE PODEMOS HACER…
1.Cuidar su alimentación, para que sea sana y equilibrada. Hacer especial hincapié en el desayuno. Que conste de fruta, lácteos y cereales.
2.Marcar un horario fijo para ir a dormir, de forma que se aseguren al menos 8 horas de descanso.
3.Facilitar que utilice su tiempo libre en actividades enriquecedoras y placenteras (deporte, música, lectura, cine…)
4.Consensuar con ellos y ellas las metas a conseguir. Éstas han de ser realistas, atractivas y adecuadas: ni muy fáciles ni muy exigentes.
5.Hacer del tiempo de estudio algo relajado y agradable. Crear un ambiente adecuado, sin distracciones ni ruidos, para que aumente su concentración.
6.Favorecer en el ambiente familiar una autoestima positiva. Valorar los progresos alcanzados por pequeños que sean.
7.Intentar que dedique todos los días un tiempo a estudiar.
8.Estimularles para incorporar la planificación como un método habitual en sus estudios.
9.Advertirles de la importancia de preparar los “controles” con tiempo.
10.Hablar con el profesorado, mostrar interés y colaboración para ayudar a nuestros hijos/as a mejorar en sus estudios.
...Y LO QUE NO DEBEMOS
1.No pedir que incorpore hábitos que el resto de la familia no realiza. Ser modelos de hábitos saludables y de actividades enriquecedoras.
2.No interrumpir cuando esté estudiando. Esperar a los descansos.
3.No castigar eliminando actividades enriquecedoras.
4.No etiquetar negativamente (“eres un vago”…), ni hacer comparaciones.
5.No centrarse únicamente en las notas, sino en el esfuerzo realizado.
6.No quitar castigos ni dar premios si no ha cumplido con lo acordado.
7.No estudiar con ellos o ellas, para que sean autónomos, pero ayudarles en lo que necesiten.
8.No mezclar otros temas familiares conflictivos con los estudios (comidas, salidas…)
9.No proyectar en nuestros hijos e hijas nuestros deseos no cumplidos.
10.No “tirar la toalla”. Tener en cuenta que los cambios serán progresivos y que una actitud positiva facilitará que los lleven a cabo. ¡Animo, juntos podemos conseguirlo!
